El organismo humano nos permite respirar de dos formas: por la nariz y por la boca. Según lo hagas de una forma u otra, puede tener un efecto positivo o negativo. Hay ciertos casos en los que la respiración por la boca está permitida, pero cuando este hábito persiste, puede haber graves consecuencias en el organismo, independientemente si se trata de niños o adultos. Te presentamos 7 riesgos a los que te expones cuando la respiración se hace por la boca.

¿Cuándo es necesaria la respiración por la boca?

Cuando respiramos por la nariz, por su anatomía y fisiología, se aseguran unas funciones extremadamente importantes como la humidificación, la purificación y el calentamiento del aire que llega a los pulmones. En cambio, si respiras por la boca de manera frecuente, estos beneficios desparecen y puede haber un desequilibrio en el cuerpo entero.

De hecho, la respiración por la boca puede que sea necesaria cuando hay alguna congestión nasal por las alergias o alguna infección respiratoria (rinitis, sinusitis, amigdalitis).

Además, los pólipos, la desviación del tabique nasal o hipertrofia de cornete impiden la respiración por la nariz, obligándonos a respirar por la boca.

Del mismo modo, durante el ejercicio físico intenso, la respiración por la boca ayuda a oxigenar los músculos, por lo que también podría estar justificada.

7 riesgos si respiras por la boca

1.Deformación de la mandíbula

Cuando la boca está cerrada, la lengua ayuda a desarrollar el hueso maxilar a través de la presión que hace desde el interior sobre la mandíbula. Al contrario, cuando la respiración se hace mayormente por la boca, la mandíbula se abre, la lengua baja o sobresale de la boca, los huesos de la cara se desarrollan en forma vertical y los dientes se ven empujados de tal manera que ya no encajan, están apiñados o mal colocados. Para la corrección de estos problemas se necesitará un tratamiento complejo de ortodoncia.

2.Caries y gingivitis

Cuando respiramos por la boca, ésta se seca y la saliva ya no limpia los restos de comida y las bacterias. Como consecuencia, los dientes no están protegidos llevando a tener un mal aliento (halitosis), gingivitis y aparecen las caries dentales.

3.Falta de oxígeno en el organismo

Aunque tenemos la sensación de que recibimos más aire cuando respiramos por la boca que por la nariz, está demostrado que la respiración oral no oxigena adecuadamente el cerebro o el corazón. De hecho, en el caso de los niños se pueden notar resultados académicos más bajos que en los que respiran por la nariz porque no reciben suficiente oxígeno.

4.Infecciones respiratorias

Las infecciones respiratorias aparecen porque el aire llega directamente a las amígdalas (que es una barrera contra los gérmenes que entran por la nariz y la boca) y después a los pulmones, sin haber pasado por el ciclo de purificación y calentamiento que nos ofrece la respiración por la nariz. De aquí que aparecen dolores de garganta, infecciones y problemas respiratorios.

5.Problemas con el sueño

Para los adultos, la respiración por la boca durante el sueño, en combinación con el ronquido y la apnea del sueño, pueden llevar a obstrucción nasal grave, acompañada por insuficiencia respiratoria, hipertensión arterial o, incluso Alzheimer.

En el caso de los niños, el desarrollo del cerebro se puede ver gravemente afectado, llevando a cansancio, TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) y problemas para concentrarse.

6.Cambios en la fisionomía y posición del cuerpo

Las personas estamos ideados para respirar por la nariz y cuando respiramos por la boca, la posición del cuerpo cambia para poder mantener las vías aéreas abiertas. Las alteraciones suelen aparecer mayormente en los casos de los niños, ya que se tiene que adelantar la cabeza y a echar los hombros para delante. Este “pequeño” cambio altera principalmente la posición de la columna vertebral. Sin corregir esta posición, para compensar el equilibrio corporal puede afectar del mismo modo a la planta de los pies, llegando a sufrir pies planos, chepa, cifosis dorsal, tórax poco desarrollado, etc.

7.Problemas digestivos

La respiración por la boca en exceso lleva a un estado llamado aerofagia, que se caracteriza por una sensación de malestar después de comer, ya que se traga un volumen elevado de aire durante la comida. De aquí, aparece la hinchazón, el dolor intestinal, sensación de estómago revuelto o incluso vómitos.

¿Cómo puedo evitar la respiración por la boca?

Si has notado que la respiración por la boca empieza hacer parte de tu vida, intenta consultar a un médico especialista. Mientras tanto intenta llevar una buena y frecuente higiene nasal para facilitar la respiración nasal.

Nosotros en eden.clinic te ayudamos a respirar mejor con la operación estética y funcional de la nariz, llamada NAPSurgery. Hazte el test de respiración para recibir un prediagnóstico online y totalmente gratuito para poder ver cuál es tu nivel de obstrucción nasal. Después, un médico se pondrá en contacto contigo para que te indique los siguientes pasos y contestar a todas tus preguntas.